Como toda historia, la nuestra también tiene un comienzo, 2 de noviembre de 2015. Ese día El Alcalde de Zalamea fue testigo de nuestro primer viaje, nuestro viaje iniciático al mundo de la cultura. Nació, así como un tablón anclado en la pared que soñaba con navegar por los mares virtuales. Nuestro tablón, el de todos, porque muy pronto muchos amigos y amigas se embarcaron con nosotros y se unieron a nuestro viaje y se entusiasmaron con la maravillosa idea de escribir sobre cultura y navegar juntos.
Y creció, cambió y evolucionó, como cualquier ser. También acabó (“Oh capitán, mi capitán, nuestro azaroso viaje ha terminado”) y volvió a comenzar metamorfoseado esta vez en ave fénix que, libre ya, voló hasta el medio del océano donde el tablón se hizo tabla, una tabla de salvación poblada por los Peces de ciudad de Sabina. Aferrados todos los que cada día se unen a ella, jamás regresaremos a puerto.
Es esta una historia incompleta, con un principio, pero sin un final. Seguimos navegando.
“…y allá a su frente, Estambúl”